Una buena relación requiere de una genuina comunicación y ésta solo es posible si hay confianza. Stephen Covey, experto en liderazgo y familia, y consultor de organizaciones, sostiene que la confianza es el "pegamento que mantiene unidas las relaciones". La confianza se construye a base de iniciativa que no es más que asumir nuestra responsabilidad de que las cosas sucedan; se trata de tomar las riendas de nuestras acciones y con valor y humildad trabajar para que nuestras relaciones familiares, amorosas, laborales y de amistad sean genuinas y satisfactorias.
Covey nos enseña que la confianza duradera de una relación no se puede fingir y rara vez se produce como resultado de un único esfuerzo espectacular sino que, por el contrario, "es el fruto de acciones regulares, inspiradas por la conciencia y el corazón".
Para ilustrar cómo sembramos en nuestras relaciones a través de éstas acciones Covey usa la metáfora de la cuenta bancaria emocional donde se realizan depósitos y retiros emocionales que la construyen o destruyen.
A continuación los 10 depósitos que debemos hacer para lograr una duradera y genuina confianza para mejorar la calidad de nuestras relaciones:
1.- Procurar primero entender antes de ser entendido.
Consiste en escuchar sin juzgar o sermonear, solamente escucha y trata de comprender al otro antes de comunicarle y defender tu punto de vista.
2.- Mantener las promesas.
Hacer promesas y no mantenerlas destruye la confianza. Es mejor no hacer promesas que hacerlas y no cumplirlas, no cedas a la tentación de hacer una promesa como una salida fácil; y si prometes, asegúrate de cumplir.
3.- Honestidad, franqueza, integridad.
Lo opuesto es manipulación y mentira. La integridad no solo es necesaria para tener buenas relaciones sino para nuestra salud psicológica y para nuestra efectividad en todo lo que emprendemos. La integridad se pierde cuando hacemos caso omiso a nuestra conciencia, cuando la negamos. Se requiere coraje para ser honestos e íntegros, pero definitivamente es la única manera de vivir relaciones plenas.
4.- Tener detalles y atenciones.
Los detalles y atenciones auténticos producen grandes beneficios. "Los adultos son niños grandes", afirma Covey, en el sentido que somos sensibles y agradecemos esas atenciones cuando vienen del corazón. No se trata de cosas grandes, en este sentido las pequeñas cosas son las importantes.
5.- Pensar en ganar-ganar o no hay trato.
Lamentablemente nos desenvolvemos en una sociedad con mentalidad de escasez, donde se tiende a pensar que mientras más gane el otro menos quedará para mí. Es necesario cambiar este paradigma y tener una mentalidad de abundancia, lo cual requiere ponerse a trabajar juntos para hallar una solución nueva y creativa que satisfaga los intereses de ambos. Se requiere, una vez más, de valor y humildad, pero esto redunda en una vinculación afectiva intensa y lealtad.
6.- Clarificar las expectativas.
Es una combinación de los depósitos mencionados. Requiere comprensión mutua y consiste en aclarar los roles y objetivos de los miembros de esa relación. La simple programación de unas vacaciones en pareja o grupo, requiere de este depósito: aclarar que espera cada uno de esas vacaciones, que va a realizar cada quien, ponerse de acuerdo a donde irán, que actividades realizarán y cómo. Muchas veces se dan por sentadas estas cosas y el resultado es de separación y enojo en lugar unión y satisfacción.
7.- Guardar lealtad a los ausentes.
Cuando esto se hace, los presentes, lo reconozcan o no, te admirarán y respetaran. Es parte de la integridad. Una salida posible, cuando alguien te habla mal de otro, es decirle: tal vez tengas razón, vamos a hablar con él/ella.
8.- Pedir disculpas.
Significa aprender a decir "yo me equivoqué, lo siento" o "disculpa, me equivoqué en mis palabras o acciones, y estoy esforzándome para corregir ambos". La disculpa debe ser genuina y sincera y sin autojustificación; además debe ir acompañada por un comportamiento consecuente con esa disculpa, corrigiendo el error.
9.- Dar y recibir información.
Todos compartimos la necesidad de recibir información, en especial sobre nuestros puntos débiles, por ello debemos dar a los demás información asertiva describiéndose usted mismo (sus sentimientos, sus preocupaciones, sus percepciones de lo que está ocurriendo) no a la otra persona, sin juzgar; esto propicia que el otro se abra a la información que le damos. Es sabio también pedir información al otro sobre cómo nos relacionamos con él, en qué podríamos mejorar.
10.- Perdonar.
El rencor daña más a quien lo siente que a la persona hacia quien se siente. Se debe perdonar que "implica dejarlo estar y pasar a otra cosa".
Haciendo estos 10 depósitos construimos confianza y logramos relaciones sólidas que son espontáneas, gratificantes y enriquecedoras.
Mayte Alayón - San Antonio de los Altos - Julio 2009
Referencia Bibliográfica: Covey, Stephen (2005). "El Octavo Hábito". Bogotá. Editorial Paidós.
Felicitaciones una blogspot muy interesante.
ResponderEliminaránimo sigue adelante ! !!
Saludos desde Guatemala..
Mil gracias Samuel!!
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