Cada uno de nosotros ha recibido una vida cuyo valor es incalculable, y cuya calidad en el día a día depende en gran medida de nuestras decisiones. El coaching es una proceso de asesoría para el desarrollo no sólo en el ámbito profesional sino también en el personal, se trata de una disciplina que permite a quien la ejerce apoyar al cliente a tomar las decisiones que le permitan alcanzar el éxito.
Enfocándonos en lo personal, podemos convertirnos en nuestro propio coach y apropiarnos de consejos de probada eficacia que nos permitirán crecer y alcanzar nuestro potencial para ser mejores, superarnos a nosotros mismos.
Comencemos por tres tips que te permitirán aumentar tu poder innato:
1.-Elimina todas las pequeñas molestias:
Se trata de ser grande en las pequeñas cosas. Para realizarte plenamente conviene hacer una revisión de las pequeñas molestias que soportas en tu vida cotidiana y eliminarlas, porque ellas te roban energía, te generan irritabilidad y te agotan.
Para comenzar toma una hoja de papel y haz una lista de todas aquellas cosas que te molestan, puede ser un aparato que no has arreglado, el desorden en tu casa u oficina, escasa vida social, facturas sin pagar, una rutina que no te satisface, un armario abarrotado de ropa que ya no usas, zapatos sin tapita, etc. etc. No hagas la lista mentalmente, es necesario escribir todo; pudiera ser que tu lista sea de treinta o más cosas. Si puedes ponerte de acuerdo con un amigo o amiga para alcanzar esta meta, sería genial pues pueden darse ánimo mutuamente.
Luego de hacer tu lista, tómate todo un sábado o domingo y comienza a trabajar en ella. No podrás terminar con la lista en un sólo día, podrías necesitar entre uno a tres meses para lograr eliminar todas esas cosas que te molestan y roban energía. Aquellas cosas que te parezcan imposibles de solucionar (p. ej: tu jefe, las largas colas para ir a trabajar), ponlas en una lista aparte ya te ocuparás de eso en su momento (yo en lo personal las incluyo en mi lista de oración para pedir ayuda al Todopoderoso para resolverlas y... ¡funciona!) Cuando hagas tu lista te darás cuenta de cosas que estás soportando en tu vida que te hacen daño y que simplemente no te habías detenido a pensar en ello. Una vez que empieces a eliminar tus pequeñas molestias, verás como tienes más energía, minimizas la pérdida de tiempo, te sentirás mejor.
2.- Créate diez hábitos diarios
Respira profundo, relájate y piensa en diez cosas que hacíendolas cada día mejorarían tu calidad de vida. El objetivo es encontrar nuevos hábitos que veas como una obligación sino de algo que realmente te agrade y te convenga hacer: podría ser llamar o mandar una nota cada día a alguien a quien aprecies, tomarte a diario quince minutos para estar a solas y relajarte, comer frutas, cada mañana orar unos minutos pidiendo a Dios su bendición para el nuevo día, hacer algo para mimarte todos los días (leer una revista, comprar flores, hacerte la manicure, colocarte una mascarilla), ordenar tus escritorio antes de irte de la oficina, hacer algún tipo de ejercicio físico que te guste, etc. . Una buena manera de ayudarte a establecer un nuevo hábito es realizar un registro de tus progresos y colócalo en un lugar visible, puedes usar un calendario y pegar un sticker de una estrella o carita feliz cada día que realices el hábito, está plenamente demostrado que reforzar la conducta multiplica la frecuencia en que ésta se da. De cualquier manera crea tu propio sistema, con tal de que lleves el registro de manera visible.
3.- Haz cada día algo que te haga ilusión
La forma en que se suele llevar la vida implica que las cosas que nos hacen ilusión las hacemos de manera tan esporádicas (vacaciones una vez al año, una reunión con amigos alguna vez cada tanto) que no es suficiente para dejar atrás la rutina, el aburrimiento y la monotonía.
Necesitamos llenarnos de buenas cosas que nos ilusionen, poniendo especial atención aquellas cosas pequeñas pero muy gratificantes: un paseo en el parque con la persona que amas, alquilar películas y verlas con tus amigos comiendo cotufas, tomar un baño de espumas, comprar flores para tu casa o la oficina para alegrarte el día, llevar dulces a tu trabajo y compartirlo con tus compañeros, invitar a tu vecina a tomar un té, invitar a algún amigo a cenar, ver una obra de teatro, invitar a tu jefe a comer o a tomarse algo después del trabajo; crea tu propia lista, para ayudarte piensa ¿cuál sería tu mañana ideal? ¿y tu noche ideal?. Asegúrate que cada día tengas algo especial que te espera.
Entusiásmate y comienza a llevar a la práctica estos tres consejos de auto-coaching, luego me cuentas.
Mayte Alayón, San Antonio de los Altos, Julio 2009.
Referencia bibliográfica: Miedaner, Talane (2002). "Coaching para el Exito". Madrid . Ediciones Urano.
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