Desde
que decidí ir en pos de mis sueños, desde que supe que ya era tiempo de
atreverme a hacerlos realidad, he comprendido en carne propia cuán difícil es.
Debo
explicarme mejor. Seguir tus sueños es maravilloso, te llena de ilusiones y de
alegría. Pero al mismo tiempo es una lucha sin tregua con tus propios miedos e
inseguridades. En medio de esta lucha encarnizada he aprendido el valor de la
perseverancia y el completo significado que en este momento de mi vida
significan las palabras “esfuérzate y sé muy valiente” dichas por el Todopoderoso
a Josué cuando se enfrentaba al reto de su vida. Significan "trabaja duro por lo
que anhelas y lánzate con todo el coraje que puedas reunir" porque si no, tal
vez ni siquiera des el primer paso hacia afuera, hacia ese mundo que quieres
impactar y servir por medio de tus talentos.
Y
no es que el único enemigo a vencer sean tus miedos e inseguridades, ese sólo es el primero. Cuando comienzas a
prepararte para comenzar ese camino que te lleva a tu sueño, quisieras con todo
tu corazón que quienes te rodean, tus seres queridos, te animen y te apoyen; y
probablemente alguien lo hará, pero habrá algunos que tal vez sin malas
intenciones te harán tambalearte, tal vez dudar de tus talentos o tus metas.
Estoy
profundamente agradecida a Dios (entre muchas otras cosas) por mi hermana Maritza . Ella ha sido de enorme apoyo para mí, ella cree tanto, tanto en mí que a
veces me maravilla. Y cuando las cosas salen mal, recordar sus palabras de
reconocimiento y de aliento es una bendición.
Sí,
porque a veces las cosas salen mal. Como cuando alguien a quien respetas y
admiras te hace sentir, con sus palabras, que no tienes nada para dar. Y no es
que te digan eso, así. Pero a fin de cuentas son críticas que pretenden ser constructivas pero que fallan absolutamente en
serlo.
Tal
vez tú que me estás leyendo has pasado por lo mismo, has recibido comentarios
que te mueven el piso y tambalean tus planes de emprender tus sueños. Entonces
levántate, toma lo que pueda ser útil de esas duras palabras, recuerda palabras de aliento, recuerda cuánto anhelas lograrlo, y
sigue adelante.
O
tal vez tú eres una persona que considera su más alto deber hacerle saber al
prójimo (no importa cuán talentosa, valiente y esforzadamente esté trabajando
por lograr sus metas) cuáles son sus pequeñas o grandes fallas. No dudo que tus
observaciones pudieran ser útiles, pero antes de hablarle de sus fallas o
defectos a alguien que está luchando valientemente por lograr sus anhelos,
asegúrate que por cada cosa negativa que le vayas a decir (si es que consideras
que realmente la debes decir) le digas con la misma contundencia tres cosas
elogiables que ves en esa persona. Asegúrate de eso si lo que buscas es
construir y no destruir.
A
veces las cosas te saldrán mal, ¿y a quién no? Probablemente a quien está
encerrado en sus miedos y no se ha atrevido a proseguir sus sueños. Así que si
las cosas te han salido mal, eso significa que fuiste valiente y saliste allí afuera.
No
te detengas, no te quedes en el desánimo. El mundo te necesita, no hay absolutamente
nadie como tú.
Mayte Alayón
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